lunes, 24 de noviembre de 2008

LOS ANTEOJOS


Miró a través de los anteojos sosteniéndolos en sus manos un poco incrédulo, los vidrios del lente eran tan límpidos que parecían no estar en las cavidades de su marco lustrado. Se los puso, sus orejas apenas sí lo sostenían; de todas formas los usó, eran un par de anteojos nada más, todo el mundo los usa, ya se acostumbraría.

Cuando caminó por la calle, su cuerpo se sintió extraño. Flotó en el aire de la atmósfera.
Los árboles le parecieron más frondosos, de un verde más intenso, podía sentir el perfume de la madera, de la clorofila del verde. También podía ver el viento, envolviendo las hojas en un remolino; ¡hasta quería ser hoja para volar en su torbellino!

La gente que pasaba a su lado parecía tan bella... no como la belleza que el mundo conoce, no, eran sus ojos brillantes, sus sonrisas, sus cabellos de tonalidades tan diferentes.. hasta podía saber que los alegraba o que anhelos escondían detrás de sus pupilas.

Los colores eran intensos, los pájaros parecían sacados de un paraíso, el sol iluminaba como nunca aquella mañana. No solo habían despertado sus ojos, sino que todos sus sentidos le recorrían la columna vertebral.
Salió a pasear alrededor de una plaza, vio cosas que no eran bellas ni alegres, pero con optimismo. Vio un niño descalzo, en harapos con sus pies lastimados, sus ojos lacrimosos soñaban sueños imposibles, pero jugaba feliz a la pelota con otros chicos, sonriendo alegre con sus mejillas rebozantes hacia el sol.
También vio una anciana con su lazarillo, caminando a paso cansino; en sus manos llevaba los años de amasar panes y empanadas, pero portaba la vida en sus ojos, una buena vida...
El sol se filtraba por las ramas de los árboles, una tenue música latía en sus venas.

El presente se tornó como un sueño, comenzó a disfrutar de cada cosa que vivía y los momentos eran mágicos, tan mágicos que quiso compartir toda su felicidad con quien pasaba por su costado.Vió con sus ojos todo aquello que jamás había visto.
El se transformó. Un día curó enfermos y ancianos con sus manos milagrosas, defendió trabajadores, llevó música a los oídos de los tristes y deprimidos, contó cuentos a los niños y jugó juegos imposibles, pintó murales con caminos y arco iris, escribió libros, plantó arboles, amaneció del otro lado del mar, contempló puestas de sol por cada rincón del mundo, y unió en paz las manos de los combatientes de guerra...

Sus ojos humanos habían sido antes ciegos, tan ciegos que había rezado cada noche anhelando cambiar su suerte. Tanto había implorando a Dios que pudiese ver, que un día amaneció en sus ojos este par de anteojos. Ya jamás, jamás quiso dejar de usarlos.

A lo lejos, desde una alta cima donde se contempla el mundo entero, el Creador fundía con el rayo de una tormenta los marcos de unos lentes nuevos, los lustraba con el algodón de las nubes, y cristalizaba gotas de agua por donde se podía ver...

9 comentarios:

Val dijo...

A veces necesitamos ese par de anteojos para darnos cuenta de todo lo que nos rodea. A veces los necesitamos. Sólo a veces. Porque con sólo saber que toda esa belleza existe podemos percibirla. Porque con nuestros ojos nos alcanza, sólo hay que saber mirar, observar. Y querer observar y ver las cosas bellas que nos regala el mundo, o mejor dicho, nuestro Creador. Y no sólo es tarea de nuestros ojos sino de nuestra mente, de nuestras ganas de observar y manera de hacerlo. Y si esos anteojos los crea Él, pues claro que se verá todo más lindo! Aunque creo que con lo que ya nos otorgó en un principio nos alcanza, sólo ahy que saber usarlo.

Gracias por los últimos 3 comentarios :)

Y ahora yo te digo "arriba", porque hay que creer en uno mismo, porque con lo que tenemos podemos brillar, porque con esos ojitos podes observar mucho más allá que mucha gente, y eso es lo importante, y eso es lo que nos hace diferentes.

Un beso grande

(La que firmó arriba y borró el comentario era yo, que había firmado desde la cuenta de mi mamá. Perdón)

VITALIA dijo...

Vale:

Me alegro que hayas vuelto. Muchas gracias por todo ese optimismo! Veo que entiendes de què anteojos hablo. A veces nos nublamos por momentos y no podemos ver más allá de nuestras narices, pero es tan maravilloso el mundo que sería lindo mirarlo con otros ojos que no son muchas veces los nuestros tan humanos y apesadumbrados.

No me agradezcas los comentarios, realmente me encanta que compartas tantas cosas de vos, poder recibirlas y participar de tus pensamientos y sentimientos.

Un beso grande!

Cesc Sales dijo...

Tendriamos que proponer a los gobiernos que repartieran millones de gafas...
Tendriamos que abrir más a menudo los ojos y fijarnos en las pequeñeces del vecino...
Tendriamos que ser más humanos. Observar y actuar!!
Bello escrito, cómo siempre...
De dónde sacá la inspiración?

Cesc Sales dijo...

Todas las fotos las hice yo. De hecho el proyecto inicial del blog era dar salida a las fotos. Hice alguna exposición, hace ya tiempo y también publiqué algunas en periodicos, revistas y libros.
Lo que pasó es que ahora ya no se si las fotos son excusa para el texto o al revés...
Aún tengo muy material ya hecho pero también un montón de ideas que van saliendo poquito a poco...
Gracias por tus comentarios siempre, siempre oportunos!!!
Un placer para mi que alguien como vos hagas dichos comentarios...

Un beso

Diego dijo...

Podríamos empezar por fabricar estos anteojos en casa. Nada de que nos lo regale alguien. Cómo propaganda “tu cuento”, invitando a dejar atrás la ceguera que insensibiliza al mundo entero.
Muy bueno.

Besos!

VITALIA dijo...

Cesc:

Que descubrimiento que acabas de revelarme!! de verdad entonces que sos un artista completo!
Hiciste muestras, publicaste y todo! en verdad es muy meritorio lo tuyo! ahora me encanta mucho más todo lo que haces!!!! Me fascina la fotografía y tenés mucho ojo-más bien mirada- y alma para lo que haces!

Ahora tengo muchas más ganas de leerte-verte.

Gracias por decir que es un honor, pero el honor es mío por tener cerca a un artista como vos.

No importa cuál es la excusa para una u otra cosa, en fin, ambas las desarrollas muy bien, imagen y texto.

Besos!

VITALIA dijo...

Diego:

Ojalá todos pudiesemos ver las maravillas del mundo que nos rodea y dejáramos de quejarnos de todo y andar a ciegas, para agradecer y disfrutar día a día de cada gota de vida.

Un beso y gracias por pasar por aqui.

Libélula dijo...

Vitalia,

Excelente relato y no tengo palabras para acotar. Todos deberían usar anteojos para erradicar la ceguera humana. Es desesperante observar cómo las personas se van encegueciendo y hasta anestesiando.

Y yendo a un lado más superficial, describiste a la perfección lo que yo sentí cuando usé lentes por 1° vez. Un mundo absolutamente bello y nuevo descubría a cada paso. Me sentía Cristóbal Colón.

Besos gigantes, Libélula.

VITALIA dijo...

Libelula:

Sí!! yo la primera vez que usè anteojos volvi a nacer! me acuerdo que iba en el auto con mi nueva adquisición y me los puse, lo primero que leì fue un cartel que decía FARMACIA jaja, lo veia clarito, fue único, me lo sacaba y volvìa a calzarmelo para notar la diferencia.
Y eso que tego miopía pero muy poca.
Un abrazo. Gracias por tus palabras.