viernes, 3 de octubre de 2008

HAY QUE HACER LO QUE SE NOS GANA?

Yo me pregunto: hay que hacer lo que se nos da la gana? un amigo me dijo una frase muy interesante: "le quité tiempo al estudio para ponerme a cantar" ¿cuantas veces tratamos de cumplir con nuestros "deberes" y mandatos paternos y sociales de todos los días sin tener ganas? ¿tenemos algún minuto en el día para darnos cuenta de que estamos vivos? Pensemos: los muñecos de saco y corbata que juegan carreras con el tiempo -tiempo = dinero-, las fregonas amas de casa que cambiaron su potencial por frustraciones, aquellas mujeres que hicieron de su vida malabares entre el trabajo y la familia, los artistas reprimidos convertidos en ratones de oficina, y todo otro reprimido que le gusta hacer otra cosa; el nene que protesta porque tiene que ir a la escuela de doble turno, los que odiamos los lunes y los domingos, los que estudiamos y hoy no tenemos ganas, como yo, por ejemplo... En realidad quisiéramos ponernos a cantar, salir a correr, regar las plantas, escuchar buena música, detenernos un rato a pensar, ir a un gimnasio, pintar un cuadro, leer, ver la tele, no hacer nada, simplemente relajarnos...

La sociedad hace mucho que ya se olvidó de que somos seres humanos, pero nosotros no deberíamos olvidarnos; claro, es defícil, lo sé, cuando nuestras preocupaciones tienen que ver con cómo vamos a llegar a fin de mes. Esto no es una protesta contra la sociedad, para nada. No hablo, ojo, de eludir nuestras respondabilidades ni mucho menos de hacer lo que quieramos sin importar hacernos daño a nosotros o a los demas. Hablo de cómo darse tiempo para hacer lo que uno quiere, cómo organizarse, cómo hacer algo bien cuando uno no tiene ganas. Seguramente eso que no nos gusta hacer, nos saldría mejor si diéramos lugar a estos "pequeños tiempos"
Hablo de los tiempos de recreación, hablo de desarrollar nuestras aptitudes, hablo de ser libres mas allá de nuestras obligaciones, mas allá del ajetreo de los días que nos transportan como un tren furioso, que se nos hacen fugaces sin percibir las cosas bellas; la primera palabra de un hijo, la canción que nos evoca, el aroma de la nueva estación, el viento que se cuela por el cuerpo, los ojos de quien amamos -a veces ni nos miramos- la sonrisa que nos colma el alma -reirnos más casualmente nos hace mas felices-... En fin, los días se nos hacen llevaderos de tal forma que nos deslizamos a través ellos, diría, a veces cómodamente haciendo "lo que hay que hacer" entonces al terminar un día nos decimos: "otro día que pasó" y vemos un programa de tv que ni elegimos.
Actualmente se habla de la inteligencia en otros aspectos, se descubrió que no solo se la puede encasillar en la llamada intelectual. Existe la inteligencia musical, deportiva, creativa, emocional, de vida... ¿Tenemos, por ejemplo, inteligencia para saber vivir? ¿de qué sirve ser un intelectual erudito, por ejemplo, si no se sabe interactuar socialmente, o se es incapáz para decirle al ser amado un te amo, o se peca de insoportable soberbia?

Los niños son como esponjas, absorben todo lo que perciben, tienen plasticidad para amoldarse como plastilina, aprenden todo mas rápido que los adultos y sobre todo, aprenden más por lo que ven ¿De qué sirve educar a un niño para ser brillante en la escuela para al final convertirlo en un mounstro egoísta que no presta los cuadernos a los compañeros, que es un buchón, que nadie lo quiere...? o bien ¿ de qué sirve obligarlo a hacer una actividad que no les gusta sin averiguar primero en qué se destaca?

Hacer lo que nos gusta nos dá seguridad, nos construye el autoestima, nos deja expresarnos, reflejar quiénes somos, conocernos, liberar nuestro yo verdadero. Hacer lo que nos gusta nos hace ser realmente diferentes entre nosotros y no moldes que encajan en cualquier lado, muñecos en serie, títeres del capitalismo del mundo. Dios nos hizo diferentes entre nosotros, somos únicos, somos irrepetibles.
Cuando hacemos lo que nos gusta, hacemos las cosas mejor. ¡Qué bien marcharía el mundo si las cosas funcionaran asi!

Hoy le quite tiempo al estudio para dárselo a mis ganas de escribir y de expresarme. Escribir es algo que me gusta desde que tengo cinco años... más auténtico imposible.

VITALIA

2 comentarios:

Niño Alex dijo...

estoy de acuerdo contigo, uno debe buscar hacer algo que te llene en todos los aspectos y si por x o y razón no puedes pues tratar de encontrar el equilibrio para bajarle a tu prisa. saludos desde méxico

Nicolas Manservigi dijo...

jajaaja Ahora estas re mamada! este titulo tambien esta bueno y mas te vale que sea definitivo

te quiero mucho amiga.
besos

Nico.